Editorial
Hace unas semanas el diputado federal Sergio Mayer, presentó una iniciativa que busca regresar la racionalidad y el orden a la composición de la Mesa Directiva para los años segundo y tercero de cada Legislatura, con el objetivo de erradicar el llamado “chapulineo” en la construcción de mayorías artificiales en San Lázaro. Ojalá esta iniciativa se hiciera extensa en Guerrero, y a todos los estados del país y la Ciudad de México, pues la disputa que se mantiene en la actual legislatura local mantiene un marcado rezago legislativo. No solo en el Congreso de la Unión se da el caso de políticos que no terminan sus funciones o trabajos prometidos al asumir sus cargos y trabajan para contender por otro, aunque sea como diputados plurinominales, al fin es algo seguro para continuar viviendo del presupuesto público. También deben regularse las alianzas para evitar que haya demasiados partidos, pues solo representan un gasto extra e innecesario en materia electoral si al fin sus personajes terminarán brincando de uno a otro según su conveniencia. Sobre los candidatos, vemos con tristeza en Guerrero aspirantes que ni pío sabrán de ciencia política, en lugar de profesionistas bien preparados que dignifiquen este quehacer.