Editorial
Resulta una verdadera aberración que más de 30 mil millones de pesos se vayan a repartir entre los partidos políticos para las elecciones del próximo año. Lo que más indigna es que esta situación se esté dando en el momento mismo en que las autoridades están haciendo recortes al gasto y desapareciendo fideicomisos. El Gobierno vería cubierta buena parte de sus necesidades con esos millones de pesos, que no repercutirían absolutamente nada a la ciudadanía, más que basura. No necesitamos espectaculares o publicidad en redes sociales para decidir nuestro voto. La propaganda ya se la han hecho a sí mismos los partidos con lo que llevaron o no a cabo. No necesitamos bardas pintadas, ni volantes, ni espectaculares, ni anuncios de TV o de cine o que nos envíen sobres o llamen por teléfono o vía redes sociales. Tampoco necesitamos a 500 diputados. Ellos mismos lo demostraron con el ausentismo que han tenido. El Congreso puede funcionar con mucho menos gente y recursos. Los mexicanos estamos seguros de que esta medida aliviaría la situación de mucha gente, sobre todo en el empleo.