Editorial
La educación en México está rezagada por décadas, por culpa de los gobiernos priistas y panistas. Para colmo, los hijos o nietos de muchos mexicanos están en manos de seudomaestros que lo único que enseñan es a realizar bloqueos, vandalizar, destruir, quemar, robar, o cosas peores. Es increíble que ninguna autoridad les ponga un alto. Ya sea en los estados de Oaxaca o en Guerrero, siguen cometiendo actos de barbarie, faltando a su trabajo cuantas veces se les antoja. Pero, pensándolo bien, ¿qué pueden enseñar esos que se ocultan el rostro para hacer vandalismo a la niñez? Todos esos actos vandálicos cuestan muchos millones de pesos a quienes pagamos impuestos, pero esos sujetos siguen en la total impunidad, amparada ésta por su fiel compañera: la corrupción. Lamentablemente no hay vilo de esperanza, ya que las normales públicas siguen los mismos pasos de los maestros, como ya hemos sido testigos con Ayotzinapa. ¡Una gran burla para los mexicanos!
