Editorial
Corrupción, complicidad, irresponsabilidad e impunidad. Éstos son algunos de los elementos que hoy definen a nuestros distintos órdenes de Gobierno. Ante la cara de todos los mexicanos se exhiben los excesos, desde un regidor en la Montaña hasta el más alto nivel del Poder Ejecutivo, y el denominador común es la opacidad en sus actos, la complicidad con los medios de comunicación o con constructoras. Dicha complicidad es entre todos los partidos políticos, sindicatos, así como Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; todos ven, pero todos callan. Ostentan riqueza inexplicable todos. Son exhibidos y ¿qué pasa? Nada, sólo palabras. Ocurren hechos trágicos, desaparecen y asesinan a personas y el Presidente se limita a dar un mensaje durante el Segundo Informe de Gobierno en el que en ningún renglón dijo un “Yo me comprometo” y su discurso se basó en “tenemos el mejor gobierno, en el peor momento”, al tiempo que en campañas de publicidad se decía que veamos lo bien que van las cosas. Por eso es el momento de que no olvidemos y sigamos exigiendo.