Editorial
En México se genera polémica, inconformidad y hasta conflictos por el tema de las construcciones de cuatro refinerías que permitirá reducir los costos de la gasolina y bajar los precios del sector energético por parte de empresas, especialmente la del petróleo, recurso no renovable; sin embargo, a nadie parece importarle la extracción y explotación que se ha hecho durante décadas de los recursos minerales -igualmente no renovables- principalmente en Guerrero y muchas partes del país, que representan una riqueza incalculable y se van principalmente a engrosar las arcas de las tesorerías de corporativos trasnacionales, los cuales extraen y se engullen la principal tajada de ese pastel. ¿Es requisito para proteger nuestros inmensos recursos naturales que las riquezas a salvaguardar tengan que haber sido expropiadas? Hasta el momento, la industria minera en municipios de nuestra entidad, solo han traído violencia y daños ambientales.
