Editorial
Según un barómetro difundido por Sura, en México el 57 por ciento de su población es infeliz, principalmente entre su juventud. Lo alarmante que este estudio arrojó es que más de la mitad son infelices. Además, un tercio del universo encuestado trabaja, mientras que otro tercio no lo hace y no tiene el deseo de buscar un empleo. Todos estos datos demuestran que nuestra juventud ha perdido toda esperanza. Por un lado la falta de oportunidades laborales les provoca un desánimo y saber que, en caso de conseguir un empleo, la remuneración que percibirán no será la que ellos quisieran abona también. Por otro lado, el poco interés en la política (más de 50 por ciento) solo enseña que la juventud no tiene mucha confianza en ella. Sin duda los datos son alarmantes y es responsabilidad del gobierno atenderlos. Sobre todo porque esos mismos jóvenes son presa fácil de la delincuencia, pues están propensos al dinero fácil. Este es un tema que requiere atención y sin duda se vive algo parecido o peor en el resto de países de Latinoamérica.