Editorial
Según datos del INEGI, en 2018 Coahuila, Guerrero y Chiapas obtuvieron las mayores tasas de embarazo adolescente, con 24.1, 23.1 y 22.6 nacimientos registrados por cada 100 mil mujeres entre 10 y 17 años de edad. Los matrimonios a temprana edad constituyen una clara violación a los derechos humanos y provocan una reducción significativa en las oportunidades de los menores. Cabe señalar que hay múltiples estudios que demuestran las complicaciones físicas en las mujeres para desarrollar un niño producto en su interior. Además, el tener hijos a temprana edad pude causar daños irreparables a las menores, pues su matriz podría tener muchas lesiones. Aparte de lo anterior, no está de más remarcar que a una edad temprana aún falta madurar psicológicamente. De ahí que muchos acaben frustrados y arrepentidos por las decisiones que tomaron. Aunque en Guerrero es ilegal el matrimonio entre menores, falta más educación sexual en las escuelas, para que estos temas no se sigan tratando como tabús.