Editorial
Para bien o para mal, todos tenemos un impacto en la sociedad. Los malos ejemplos son otro bache cultural que impide alcanzar mejores resultados en materia educativa. Los corruptos deben impulsarnos a buscar justicia y hacer que todos seamos juzgados de la misma manera, honesta y transparente; los honestos deben motivarnos a ser como ellos, a sobrepasar los obstáculos para buscar un futuro mejor y llevar a la gente el cambio que busca; nosotros como mexicanos tenemos que exigirnos a hacer las cosas bien, a demostrarnos mutuamente que el cambio es posible y así lograr que juntos busquemos poner un granito de arena. México nos debe inspirar a hacer las cosas como buenos ciudadanos, con pasión, cariño, entrega y, sobre todo, con la calidad humana que nos distingue. No permitamos que las diferencias de opiniones acaben con este País tan hermoso que tenemos.