Texto enviado por Alfredo Bustos Ruiz de la Iglesia Nacional Presbiteriana Conservadora “El Buen Pastor”.
Ubicada en 16 de Septiembre N° 27, en el Centro de Chilpancingo, Gro.
Todo lo que es necesario para conocer a Dios, su amor y su gracia en Jesucristo, nos es presentado en la Biblia. Todo el que, humildemente y mediante la oración, busca a Dios en las Santas Escrituras, hallará respuestas satisfactorias a las preguntas fundamentales de la vida y del más allá.
Esto no significa que el cristiano pueda explicarlo todo, pues algunos misterios se le escapan, pero todo aquello que es necesario para vivir y agradar a Dios está revelado en la Biblia. Si usted no comprende algunos pasajes, pídale a Dios que le ayude. Él condena nuestra incredulidad, pero escucha nuestras preguntas si estamos dispuestos a recibir sus respuestas. Cuando los fariseos pidieron a Jesús una señal, Él se negó a dársela, pues ellos habían venido solapadamente tratando de hallar un error en Él (San Marcos 811-12). Los milagros que había hecho no los habían conducido a la fe; al contrario, se habían endurecido y rechazaban todo lo que venía de Jesús.
La fe va más allá de la lógica y la razón humanas, pues estas tienen sus límites. Dios, quien es verdad y amor, siempre tendrá la última palabra.
Querido lector, tal vez usted desee hacerle algunas preguntas a Dios. Diríjase a Él con sinceridad y humildad, exponiéndole todo lo que pesa sobre su corazón. ¡Él le responderá más allá de lo que usted espera, pues no rechaza a nadie! Como un padre desea que cada uno de sus hijos lo conozca, así Dios desea lo mismo de cada uno de nosotros. “Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros”.
(Jesús dijo:) Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y os será abierto.
Lucas 11.9
Allegaos a Dios, y Él se allegará a vosotros.
Santiago 4.8