Editorial
Existen propuestas de legisladores para actualizar el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas azucaradas y alcohólicas para obtener fondos que financien la atención médica de la diabetes o la obesidad, en el marco de la conformación del paquete económico que propondrá el gobierno federal al Congreso de la Unión. Ya basta que los legisladores nos crean estúpidos. Las personas que lo consumen seguirán haciéndolo a costa de su presupuesto. Piensan que es la forma de educarnos. Si realmente quieren educar y mejorar los hábitos de la población, apliquen el tiempo de televisión y radio, en la que presumen sus grandes logros, en campañas cívicas y de salud; mencionen en esos medios los riesgos de la sal, del azúcar, y de otros productos; del riesgo de uso de la droga, y generen campañas de educación cívica, hace falta respeto a leyes, cuidado del agua, tirar la basura en su lugar, educación vial, responsabilidad en la contribución de impuestos para el bien común, en fin, tantas cosas que se podrían hacer si lo que realmente les importara fuera la salud de los mexicanos antes que conseguir dinero a costas de poner impuestos donde sea.
