Editorial
Los mexicanos nos hemos caracterizado por ser un pueblo alegre, con mucha fe y esperanza, pero actualmente la clase política y líderes, ya sea de partidos, sindicatos o de grupos, se han puesto de acuerdo para quitarnos esa cualidad. Estamos cansados de ver todos los días protestas, personas que se niegan a trabajar y nada más están viendo cómo perjudicar al prójimo, que en lugar de ayudar critican y, lo que es desgarrador, continúan molestando a otros ciudadanos con sus plantones, bloqueos y tomas de carreteras. Estamos cansados de ver cómo políticos e hijos de éstos se pasean por todo el mundo a todo lujo (Dubai el caso más reciente), mientras la clase media está a la expectativa de ser saqueada con impuestos que desgraciadamente provocarán que la actividad económica entre en una peligrosa recesión al verse mermado el poder adquisitivo y con ello el consumo que finalmente es el que da vida a la economía. ¿En qué momento se perdió el camino y cuándo lo recuperaremos?