Editorial
La Autopista del Sol desde hace 26 años que se construyó ha sufrido los estragos de los derrumbes y baches, y en los últimos tiempos los asaltos y robos de vehículos. Pese a eso, de manera descarada en pleno inicio de semana y del puente vacacional de las fiestas patrias de septiembre, las autoridades de Caminos y Puentes Federales (Capufe) sin tomar en cuenta de nada y las condiciones físicas de la vía, aplicaron intempestivamente en lo que va del año el segundo aumento, este último el costo del peaje en un promedio del 3.1 por ciento. Esta medida provocó la inconformidad de los automovilistas y de los empresarios de Acapulco quienes advirtieron en la disminución de visitantes. La molestia principal fue contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque además de reducir hasta un 40 por ciento el presupuesto para el turismo (actividad principal de Guerrero) ahora incrementa el peaje, por lo que se vaticina una disminución del turismo y por ende la pobreza. De ese es el tamaño del amor del gobierno federal a nuestra entidad.