La Capital
Marcelo VILLANUEVA LUNA
Mientras el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, celebra un año de haber ganado las elecciones para dirigir el país, el sur de la nación se encuentra en llamas, por la cuestión del fertilizante, problema que no puede resolver ni él ni el mismo súper delgado en el Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros
Para algunos, López Obrador será un dios, pero para los campesinos de Guerrero, ya es un desencanto que a menos de un año de llegar a la Presidencia del país y que a estas alturas no pueda resolver el problema del fertilizante. Si es cierto que ya echó andar la famosa Guardia Nacional a costo del pueblo y de nuestros impuestos; aun sin saber si dará resultados positivos o solamente es parte de su gobierno populista.
La Montaña sigue en pie de protestas y ayer, fueron los habitantes de distintos municipios de La Montaña, integrados al Consejo de Comunidades de la Montaña de Guerrero, marcharon por las calles de Tlapa con dirección a la carretera federal Tlapa-Puebla donde realizan un bloqueo para exigir al gobierno federal la entrega inmediata del fertilizante.
En la movilización participan más de 400 campesinos de los municipios de Tlapa, Cochoapa el Grande, Atlamajalcingo del Monte, Copanatoyac, Metlatónoc y Malinaltepec, quienes durante la marcha reclamaron que sin dicho apoyo no habrá maíz para este año en dicha región.
El contingente hizo una parada afuera del Palacio Municipal, donde pidieron que las autoridades locales se sumen al movimiento y ahí informaron que a partir de este lunes instalarán un bloqueo permanente en la carretera, en el punto conocido como La Nopalera rumbo a la Cañada.
En esta misma zona, habitantes de los municipios de Acatepec y Zapotitlán Tablas, continúan con su bloqueo en la carretera Chilpancingo-Tlapa, en el crucero del Tlatlauquitepec, municipio de Atlixtac, con la misma exigencia del fertilizante, argumentan que las lluvias ya las tienen encima y que no les ha llegado el insumo para hacer producir la tierra, por lo tanto, López Obrador tiene que valorar las demandas de los campesinos, aquellos que le dieron el voto y que hoy se sienten defraudados.