Editorial
Cuando muchos mexicanos sentían que por fin la fortuna había tocado a su puerta y que los políticos cínicos y marrulleros eran cosa del pasado; cuando ilusionados esperaban la prometida Cuarta Transformación, aparecen el “hoy por ti, mañana por mí”, las componendas egoístas de los políticos de siempre, y roban las esperanzas de vivir con dignidad y honradez los mentados valores republicanos. Han pasado unos meses y ya es decepcionante lo efímero de las promesas renovadoras y la persistencia en continuar medrando con acuerdos convenencieros. Lo que sucede en Guerrero con el retraso en la entrega gratuita del programa de fertilizante es cosa de alarmarse, sobre todo tomando en cuenta que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador empeñó su palabra con los campesinos guerrerenses en que les haría llegar el insumo. Sin embargo, intereses mezquinos de los encargados del programa, han manchado la imagen del presidente, para sus fines políticos para el 2021. Pregunta ingenua: ¿será la comedia del fertilizante el preludio de otras actuaciones políticas que ultrajarán el sentido común y las esperanzas frustradas de muchos mexicanos?
