Editorial
Los desplazados en comunidades de la Sierra, las ejecuciones y feminicidios en Guerrero y en todas partes del país, hablan de la descomposición social y degradación de los valores humanos, así como de la frialdad total que reina en México. Otro evento más que veremos los guerrerenses desfilar de paso gracias a la ineptitud de gobiernos federales, a oportunistas con negocios fraudulentos no regulados, empresarios y políticos que otorgan permisos a cambio de dinero. Como sociedad, debemos exigir lo importante es urgente, que es revertir la pérdida de gobernabilidad. No tendremos paz social y normalidad institucional en Guerrero si no se actúa de inmediato. Es necesario que las autoridades federales doblen su orgullo y vuelvan a ver a la entidad suriana, ya que la convulsión en la que se encuentra inmerso el estado por los delitos del fuero federal, lo ubica como la entidad que puede poner en riesgo al país entero. Recordemos que en Guerrero, es donde la gente ha tomado las armas cuando se harta del abuso del poder.
