Editorial
Funcionarios de la PROFEPA, CONANP, SEMARNAT y PROPEG, solo fueron a las playas de Coyuca de Benítez, San Jerónimo y Tecpan a contar las tortugas más de 500 muertas y no hicieron algún estudio sobre las muertes masivas de los quelonios, mientras que SEMAREN brilló por su ausencia. Parece que se enredaron en una red atunera. Visitantes tomaron fotografías y algunos propietarios de enramadas les señalaron que las tortugas se lastiman con las redes de los barcos camaroneros, y salen a morirse, aunque no se descarta que sea un parásito. ¿Serán realmente accidentes? En México estamos acostumbrados a ver ríos contaminados, barrancas como basureros, presas llenas de basura, playas contaminadas, botellas de plástico por doquier, drenajes donde pulula basura, industrias que desalojan sus desechos donde se les da la gana y un sinfín de delitos ecológicos que gozan de total impunidad. Todos tenemos algo de culpa: las autoridades, los ciudadanos, los delincuentes. Estamos “cooperando” para que el mundo deje de ser amigable.