Editorial
Estadísticas recientes revelan que Guerrero ocupa el noveno lugar nacional en incendios forestales y el quinto en superficies siniestradas. Cabe señalar que cada año, en la temporada de sequía, aumenta el riesgo de incendios forestales ya que 99 por ciento de ellos son por actividades humanas. De acuerdo con el promedio de los últimos años, casi la mitad de estos incendios se producen por actividades agropecuarias y de urbanización, junto con las acciones intencionadas y los descuidos de personas que no apagan bien sus cigarros o fogatas. También algunas prácticas de los cazadores furtivos y de quienes llevan a cabo cultivos ilícitos pueden causar un siniestro. Por lo que es necesaria reformas a la Ley Orgánica del Municipio Libre a fin de que se pongan en marcha acciones para combatir incendios forestales. Se debe plantear que las leyes general y estatal de Desarrollo Forestal Sustentable ordenen a la autoridad municipal atender el combate inicial de incendios forestales, y en el caso de que superen su capacidad operativa de respuesta, acudan a la instancia estatal, y si resultase insuficiente, se proceda a informar a la Comisión Nacional Forestal, que actué de acuerdo con los programas y procedimientos respectivos.