Editorial
En los últimos días han salto a las planas de los medios de comunicación la problemática respecto al desagradable fenómeno del bullying, el cual estamos padeciendo actualmente en nuestro país. Es preocupante seriamente escuchar que solo se culpe a los docentes, prefectos y trabajadores sociales, los cuales, sin duda alguna, tienen una responsabilidad, pero por desgracia hay otros culpables: los menores, que han golpeado a sus compañeros e incluso cometido ya asesinatos. Lo peor que recibirán estos niños son sanciones leves: los cambiarán de colegio, los mandarán a psicólogos o, en el peor de los casos, los suspenderán unos días ¿Los dejaremos seguir creciendo con la idea de que su comportamiento no acarrea consecuencias graves y, de esta forma, fomentarles un pensamiento criminal? De no actuar, posiblemente, después veremos en noticias donde se reporte que han reincidido en hechos violentos.