Editorial
En México, por fin se ha encontrado al “Masiosare”; al extraño enemigo de la Patria: los partidos políticos que han tomado la decisión de acorralar a la clase productiva, generadora de inversión, trabajo y riqueza. Empresas o industrias que han progresado económicamente y que también sus inversionistas han recibido jugosas ganancias personales, ahora son apuntados a punta de “gasolinazos” e impuestos para que sean los que saquen al “buey de la barranca”; dicho de otra manera, en este País al que progresa se le tiene que castigar y reducirlo para que aquí sea todos parejos y jodidos. Los políticos que ni producen, ni dan empleos, ni generan riqueza, no se han planteado reducir sus gastos y privilegios. No tienen vergüenza alguna y le están apostando a una guerra social, ya que a la gente que se encuentra en grave situación económica se le hace pensar que es por culpa de los ricos. Cuáles ricos: ¿los que invierten, trabajan, pagan impuestos o los parásitos que viven y se aprovechan de sus puestos políticos?
