Editorial
Lamentablemente, hoy existe una constante en toda clase de medios políticos, legales, sociales, tribunales y hasta de negocios: imponer la propia voluntad y de intereses de grupo o de una persona aunque no se tenga la razón. Basta con leer las noticias de todos los días en los medios. Incluso existe una salida: el abuso de los amparos y de las controversias constitucionales, aunque no se ganen, con tal de que la justicia se demore y se moleste a la contraparte. Al respecto, sólo existen dos preguntas: ¿a dónde queremos llevar a nuestro País con esa clase de malas actitudes? ¿Es este el México que queremos heredar a nuestros hijos? Urge que los tres poderes de la Unión y los institutos autónomos emprendan una cruzada y campaña conjunta a nivel nacional para rescatar los valores y mejorar la actitud de toda la sociedad mexicana.