Editorial
Cada vez son más recurrentes las muestras de la falta de cordura de la sociedad y el mundo de locos en el que nos desenvolvemos. Uno no requiere más que abrir el periódico o las redes sociales y ¡zas!, ahí aparecerán las historias de las vidas y decisiones que estamos llevando. Para demostrarlo bastan estos dos ejemplos. El primero: un hombre en Ecatepec en el Estado de México, junto con su esposa matan a más de 20 mujeres, a quienes se comen y venden sus huesos, además de sus pertenencias. El segundo: un matrimonio y su bebé de meses de nacido, son ejecutados con el “tiro de gracia” en la cabeza en Ayutla, Guerrero. En el primer caso puedo decir que la sociedad parece carecer cada vez más de escrúpulos y moral. En el otro, solo hay falta de lógica. El problema es qué tan mal deben estar las personas para que les falten moral, escrúpulos y lógica.