#HistoriasdeAtoyac | Cuando el chacuaco sonaba los cafeticultores de aquellos años sabían que llegaban al pueblo
*Sus bestias cargadas de café confiaban en su gobernante Caballero Aburto que no permitia que les quitaran mas su cargamento de café.
Ya que antes les quitaban los cargamentos en el camino sin que nadie hiciera nada hasta que comenzaron a aparecer los ladrones colgados de los arboles.
El apogeo del café hacían que la economía subiera en Atoyac, al igual que el trabajo de los trabajadores de la fabrica de hilados progreso del sur.
Donde hacian mantas , habia cientos de trabajadores en la fabrica ya que había tres turnos.
Entre el café y los trabajadores de la fabrica hacían que la economía del municipio fluyera, la gente estaba mas contenta y con el gobierno de mano dura los hechos violentos disminuyeron en un 90 por ciento.
En ese tiempo el chacuaco servia como reloj , donde los campesinos se guiaban, ya no solo por los aviones que pasaban si no por el sonido del chacuaco, hacían mas de 12 horas de camino de Santo Domingo a la cabecera municipal, donde solo se veían desfilar las bestias cargadas de café.
Hoy solo las ruinas quedaron de la fabrica de hilados y de los cafetales que había solo los recuerdos sobreviven , hoy luce imponente el chacuaco y la luna le acompaña, mientras los años pasan se deteriora más, y más y pronto serán simples recuerdos que se quedarán en la memoria de los que amamos esta tierra.