Por Dr. Trinidad Zamacona López
Si alguien no ha aprendido de las derrotas es el Partido Revolucionario Institucional, en el pasado proceso electoral el único que salió ganando es su excandidato Mario Moreno Arcos; si hablamos de ganar también lo hizo Manuel Añorve Baños.
Si decimos que el PRI perdió, vea cuántos municipios gobierna, cuantos diputados locales tiene, en el Congreso local, en la cámara federal de diputados y senadores, Añorve Baños es de los que perdiendo gana en todas.
Antes de que Moreno Arcos, fuera el candidato del Revolucionario Institucional, Añorve Baños, chantajeó a Alejandro Moreno, “Alito”, para que Mario no fuera el abanderado en Guerrero, de lo contrario amenazó de que no se sumaría a apoyar el proselitismo de Mario Moreno.
Añorve Baños no se sumó a la campaña, se entregó en todo con otro color para no ser investigado por el gobierno federal. Los integrantes del exgabinete estatal priista solo simularon trabajar para que el PRI ganará, no fue suficiente su presencia, no operaron con sus bases para ganar la elección.
Solo recordemos cuando Mario Moreno, arrancaba campaña, Manuel Añorve, se abrazaba con Félix Salgado en Acapulco, y se sumó mucho tiempo después a la campaña de Moreno Arcos, lo hizo con condiciones, primero que su esposa fuera diputada local en la lista por la vía plurinominal, y su hijo regidor en el puerto de Acapulco, perdiendo y ganando.
Son frecuentes las fotos juntos, Félix-Añorve-Añorve-Félix, en la Cámara de Senadores, esa relación se dio en todos los ámbitos, incluidos el familiar, la hermana del legislador decidió apoyar el proyecto de la 4T, y del exgabinete estatal, ni se diga se sumaron muchos a la campaña del otro contendiente, trabajando en contra del priista, y se sumaron con todo a la campaña del movimiento de regeneración nacional, no es malo, pero no son leales a los colores, mucho menos a lo que les dio por mucho tiempo de comer.
Aunque lo niegue Añorve Baños, de que no trabajó en contra del PRI, un video en una conversación con David Gama, presidente de Iguala, uno de sus cuadros, lo dejó al descubierto, e incluso presentó una denuncia en la Fiscalía General de la Republica, por la intervención a su teléfono personal, por el delito de violación a privacidad de las llamadas telefónicas, “inviolabilidad de las comunicaciones” pero ya era demasiado tarde, los priistas lo habían visto, y solo comprobaron lo que se rumoraba en los pasillos del edificio del PRI.
Por eso insistimos que el que ganó fue Mario Moreno, inicio con 30 puntos abajo, y sin el apoyo de los priistas encumbrados remontó, y se quedó a solo 4 puntos, los votos de diferencia fueron de 62,137 sufragios, con la participación del 52% de los electores, de ahí el triunfo de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda 643,814 y Moreno Arcos con 580,971 ese es el trabajo de un candidato que lo dejaron solo contra el mundo.
Si con eso no convence Mario Moreno, a la dirigencia nacional de que debe de dirigir al Partido Revolucionario Institucional en Guerrero, su futuro de ese instituto político está enterrado, no es que Alejandro Bravo, sea malo para dirigirlo, la pregunta sería ¿que hizo Bravo Abarca, para que el priismo conservara la gubernatura? La respuesta es sencilla, NADA, vio pasar al toro, no lo toreo solo se echó a la hamaca costeña y sanseacabó.
Ya se dieron cuenta los priistas de la exadministración estatal que están fuera de las nóminas, en los Ayuntamientos en los que gobiernan no los quieren, la nómina no aguanta es muy pequeña, en el gabinete actual tampoco, los ven con malos ojos por traidores.
El PRI ha sido traicionado no una, sino varias veces en la entidad, y sigue premiando a aquellos que le han dado puñaladas para perder, es hora de que se revelen y digan quien es la persona idónea para llevar las riendas.
El 2022 es un año electoral, tanto por la consulta, como por la elección de otras entidades federativas, necesita un tanque de oxígeno, que no sean agachones como oposición, que no se carguen los dados hacia un mismo lado.
No le conviene la consulta a las bases para nombrar a su dirigente estatal, lo que necesita es valorar a sus cuadros, llamar a la unidad, la conciliación de los que están enojados, llamar a los que sean rescatables, e incluir más cuadros nuevos, sangre nueva, renovar a las dirigencias que no funcionan en los municipios, tener seccionales nuevos en todos los sectores y organizaciones, en la colonias y comunidades, y así será más competitivo, de lo contrario cavará su tumba, es cuestión de días para ver su futuro en el Estado.
Si se decide por Mario Moreno, para conservar por lo menos un gran porcentaje de votos, o es Bravo Abarca, para darle el tiro de gracia, son tiempos de liderazgos fuertes, no de ambiciones efímeras.
