Editorial
Es lamentable ver la actitud de las autoridades sobre la utilización de la mariguana con fines médicos y lúdicos. Lo peor es que como si en México no existieran otros temas que ameritaran importancia, parece ser que no hubo tema más prioritario en las cámaras de Diputados y Senadores que la legalización de la mariguana. En afán de defender la libertad de elección de cualquier ciudadano se argumenta que pueden consumirla con toda libertad. Sin duda para muchos mexicanos no hay problema, que fumen hasta el petate, pero lo que sí nos importa es que cuando necesiten rehabilitarse, que no lo hagan con dinero que pagamos de impuestos o ¿también tienen libertad de hacer uso de nuestros impuestos? Por otro lado, ¿tenemos libertad de circular por la avenida Insurgentes de Chilpancingo a más de 140 km/hr? Se supone que todo mundo es libre de hacer de su vida un papalote, según el argumento de la SCJN ¿no?