Editorial
Lo la tragedia que sucedió en la Línea 12 del metro de la Ciudad de México, nos hace reflexionar, que, sin importar quién o quiénes estén a cargo de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), es necesario señalar que es evidente la negligencia que existe en el cumplimiento de su deber. Es pésimo el estado en que se encuentran las autopistas y caro lo que cuesta usarlas. Un ejemplo cotidiano nuestra famosísima carretera de la muerte: la Autopista del Sol. En suma, por usar esta vía, el costo casi llega a 800 pesos de la caseta de Tlalpan a la de Acapulco, a pesar de que el Gobierno había prometido mantener el costo con descuento. Es increíble que el tramo de 25 kilómetros entre La Venta y el entronque con Bulevar de las Naciones, de la Zona Diamante en el puerto, cueste más de 100 pesos, pese a que está en mal estado. Aunado esto a la mala planeación para atender en las casetas de cobro. Los viajeros pierden mucho tiempo haciendo largas filas para pagar. ¿Hasta cuándo tendremos autopistas en buen estado y menos caras?