Editorial
Si algo vale la pena recordar y reconocer al gobierno de AMLO, es que los impuestos no se han aumentado, a excepción de lo que sucede con la gasolina. Sin embargo, cabe recordar que, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, esta situación se dio con mucha frecuencia. Los libros de texto gratuito de la SEP narran la historia que el expresidente de México, Antonio López de Santana llegó al absurdo de cobrar impuestos de un Real por cada puerta y 4 centavos por cada ventana; ahora, en el México Moderno el otrora Gobierno de EPN se sacó de la manga el impuesto a la comida rápida que afectó principalmente a la clase trabajadora. ¡Ah!, pero eso sí, durante su administración se condonó impuestos por miles de millones de pesos a grandes empresas como televisoras, bancos o grandes fabricantes de botanas y galletas; se volvió típico de su Gobierno ayudar a empresas y fregar al pueblo. Que no extrañe que este tipo de situaciones estén alineando a los grupos radicales para entablar una revuelta nacional para volver al viejo régimen.