Editorial
Una nueva caravana migrante salió ayer de San Pedro Sula, Honduras y, como otras caravanas provenientes de Centroamérica, su objetivo es pasar por México, para llegar a Estados Unidos, en busca de una mejor calidad de vida. En México mucho se ha debatido sobre el paso de migrantes centroamericanos por nuestra República en su intento de llegar a Estados Unidos, pero simplemente hay que ponerse en su lugar para al menos tratar de entender sus necesidades. Resulta frívolo de parte de nuestro gobierno, que por un lado condene a nuestros vecinos del norte por el trato inhumano que les dan a nuestros paisanos, y aunque esto es cierto, también lo es que los migrantes centroamericanos sufren las mismas o peores circunstancias que los mexicanos que buscan el sueño americano. A los que sí hay que combatir con todo, es a los que se quedan a delinquir, como en los estados surestes mexicanos, donde integran pandillas y asaltan a otros migrantes y nacionales. Ojalá los partidos hagan a un lado las campañas electorales por un momento y se redefina la política migratoria para que se respeten los derechos humanos en este contexto.