Editorial
¿Qué tienen en común todos los políticos en funciones y los candidatos de todos los partidos actuales? En mayor o menor medida, todos han mentido y servido de tapadera de otro para llegar a sus cargos, consintiendo en su camino la tropelía, traicionando a México. Cien años de historia lo constatan. Aunque los tribunales electorales y otras instancias (elefantes blancos) ya han sido advertidos de esto, el INE solo se limita a plantear que sean los votantes quienes investiguen para obtener información sobre los candidatos. ¿Pero, para qué son entonces las campañas? ¿No es ese el medio para, entre otras cosas, hacer saber a los ciudadanos de los méritos de los candidatos? ¿No son ellos mismos quienes de una forma honesta, transparente, veraz, deben hacer saber a los votantes sobre sus antecedentes? ¿Carecemos los ciudadanos del derecho a que se nos informe al respecto? ¿Las enormes cantidades de dinero de que disponen los partidos políticos no es útil para difundir información sobre los candidatos que postulan? Y todavía quieren, autoridades y partidos que los ciudadanos voten.