Editorial
En México, y particularmente en Guerrero parece que algunos políticos, representantes de la sociedad, han olvidado su tarea primaria, la razón por la que ocupan un cargo en una institución política: velar por el bien de los habitantes. Si bien no se puede afirmar que todos los que están en el gobierno actúen de mala fe, sí hay casos expresos de que el bienestar del pueblo, para estos hombres, queda rezagado, pues son más importantes los beneficios que su cargo les pueda dar. Eso está sucediendo con muchos presidentes y presidentas municipales, que ante la pandemia del Coronavirus, han cerrado sus ayuntamientos y se encerraron en sus lujosas casas, mientras los habitantes sufren por la falta de ingresos. Lamentablemente para muchos guerrerenses, sus alcaldes o alcaldesas no han tenido ingenio para gestionar recursos y tocar puertas para sus paisanos afectados por la cuarentena del Covid-19, como lo han hecho ediles de otros estados de la República. Guerrero necesita menos políticos como éstos para poder salir de la contingencia sanitaria.