La Capital
Marcelo VILLANUEVA LUNA
Son temas que se van quedando en el puro discurso, tanto los grupos de personas desplazadas víctimas de la delincuencia organizada y el caso de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, aun con la llegada del gobierno de la Cuarta Transformación y que supuestamente salido de la izquierda; resulta que no ha llegado todavía la justicia para esos grupos de personas, tanto para las familias desplazadas y los padres de los 43 que siguen en espera de sus hijos.
A un año de que el gobierno morenista arribara a los pinos y es el momento en que no hay resultados tangibles sobre el asunto de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala de la Independencia, e incluso el mismo López Obrador ha optado mejor por no hablar del tema, ya que el esclarecimiento de dicho caso; sigue como en el principio.
Destinó a su cuate Encinas como comisionado para atender este hecho destrozo de Iguala, pero esa fiscalía de igual forma se ha perdido solo en el discurso, en suposiciones y aproximaciones, el caso sigue en la nebulosidad oscura de la impunidad e incapacidad del gobierno de la cuarta transformación.
Lo que ha dicho Encinas, es que según él hay indicios, o sea nada claro, de que los normalistas no salieron de Guerrero y también dijo en un medio nacional de comunicación en septiembre del 2019: “Estamos convencidos, la única verdad es que no hay verdad alguna”, eso fue lo que dijo de manera textual, entonces que es lo que hay. Más bien la verdad no existe en el caso Ayotzinapa, se ve muy lejos que vaya a esclarecerse, todo ha quedado en el discurso de los políticos.
Lo único que puede esperar los padres de los 43, es la llegada de la justicia divina, ya que no han encontrado justicia terrenal, aun con la llegada del gobierno de López Obrador, las voces de exigencia se siguen presentando a cada instante y en cada movilización que realizan los días 26 y 27 de cada mes en memoria de los desaparecidos.
En el tema de los desplazados por la delincuencia organizada y que salieron de sus comunidades porque fueron expulsados por sujetos oscuros, el gobierno de López Obrador y a nivel estatal, tiene que darle una respuesta alternativa, es lamentable ver que Guerrero a grupos de personas viviendo en calidad de refugiados y que todo el patrimonio que construyeron en tiempos pasado, se haya venido a tierra por intereses de sujetos desconocidos.
Se le tiene que poner mucha atención al tema de los desplazados, tanto la misma sociedad y los gobiernos en turno, no pueden seguir obviando estos asuntos que deben de ser de la competencia de toda una sociedad.
