Editorial
Mientras en México las cárceles tienen sobrepoblación y se construyen más centros de detención, en Suecia se ha venido anunciado desde hace años el cierre de prisiones y un centro de rehabilitación por falta de reos. Los suecos lo atribuyen a la rehabilitación de los delincuentes y a una buena impartición y administración de la justicia, sin corrupción y sin impunidad, todos con el mismo nivel de ciudadano sin poder económico, político o social que los libre de la acción de la justicia. En cambio en México la inseguridad y la desconfianza se han convertido en algo esférico para los mexicanos, ya que desde que nos despertamos y salimos a la calle para desarrollar nuestras actividades tenemos que cuidarnos porque alguien nos puede asaltar, si manejamos hay que irse cuidando del coche de junto, de la persona que limpia el parabrisas; además, hay que ir atento para no caer en los múltiples hoyos que hay en las calles, aunado a una bola de políticos que son los que más dañan al país y no son encarcelados.