Editorial
La Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2020, con una reducción de 1,071 millones de pesos a lo que el INE había solicitado (12,493 millones de pesos). Desde siempre se cacareó que el Instituto Federal Electoral (IFE) era lo “Non Plus Ultra” en cuestiones de manejo y control electoral, al grado de que se presumía que del extranjero enviaban personal para que fueran capacitados por los expertos en la materia, y que las carretadas de dinero que año con año se le destinaban eran justificadas (y merecidas) porque era el baluarte de nuestra democracia. Pero resultó que no todo el monte es orégano, ya que seguramente la mayoría de los ciudadanos no entendemos las razones de tan exagerado presupuesto cuando existen miles de mexicanos viviendo en extrema pobreza. Hasta el momento el Partido Morena y la Cuarta Transformación no han cumplido con bajar los exorbitantes sueldos de los consejeros electorales, magistrados y continúan con el gasto innecesarios a partidos políticos.
