Editorial
De qué sirve comprar equipo nuevo para una empresa si los obreros, aparte de conflictivos, son unos flojos e incompetentes. Si realmente se desea ser competitivo a nivel mundial se debe reclutar, seleccionar, investigar, contratar y capacitar a gente nueva que realmente quiera trabajar, para después liquidar, conforme a la ley, a todo el personal indeseable. Esto mismo podríamos aplicarlo al añejo problema del pésimo nivel legislativo que tenemos en nuestro País y que nos ha llevado a estar en los últimos lugares en salud, educación, seguridad y economía a nivel mundial y que ahora se pretende remediar con la conformación de más partidos. La idea no es mala, pero, de qué nos sirven los nuevos institutos políticos si quienes estarán en las Cámaras de Diputados y Senadores son los mismos que ya han vivido del erario público en otros partidos. De qué nos sirve un nuevo partido en el gobierno si el futuro de las actuales y nuevas generaciones se encuentra en manos de corruptos e incompetentes a quienes muy poco les importa el progreso de México.