Editorial
Una verdadera vergüenza lo que sucedió en varios municipios de Guerrero y que debería ser atendido por autoridades estatales y federales. Mientras varios alcaldes como la presidenta municipal de Atoyac, dejaron a su “suerte” a los pobres elementos de Protección Civil que no cuentan ni con herramientas ni con experiencia, para que atendieran la emergencia por la tormenta tropical “Narda” que anoche se degradó pero que continuaba ocasionando lluvias. Mientras Protección Civil estatal solicitaba a los habitantes que tomaran las precauciones debidas y atendieran los llamados, varios ediles ni si quiera se presentaron a presidir sus respectivas sesiones del Consejo Municipal de Protección Civil para darle seguimiento a la contingencia, debido a que muchos se encontraban disfrutando de su domingo, “monitoreando” la situación desde la comodidad de sus celulares. Afortunadamente hubo medios de comunicación como OBJETIVO Diario, que se mantuvieron informando sobre el avance del nivel de agua de las presas, de las inundaciones y desbordes de río, para evitar tragedias.