Editorial
Una de las banderas que de manera correcta ha adoptado el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador es acabar con la corrupción. Lamentablemente no es quitando o desapareciendo los anteriores programas federales como se debe combatir este mal, ya que muchas familias y discapacitados viven de los apoyos como Prosperas y es hasta inhumano que se les suspenda sus pagos por los actos de la ex administración priista. Esperemos que en el ejercicio fiscal del 2020, AMLO reconsidere y decida invertir más recursos en las entidades surianas como Guerrero, que estamos en los últimos lugares de desarrollo y no se cuenta con una obra trascendente por el gobierno federal. Sólo por ignorancia, cinismo, o para justificar sus propios actos, alguien puede afirmar categórica y públicamente que los 120 millones de mexicanos somos corruptos. ¿Cómo alguien podría decir que no hay un solo mexicano o mexicana que respete la ley? En México existen estudiantes dispuestos a hacer la diferencia. También existen quienes siempre cumplen con sus obligaciones, como pagar impuestos, y jamás han sido requeridos por la justicia