Editorial
Andrés Manuel López Obrador dio ayer un mensaje en el marco de su Primer Informe de Gobierno, en el que aseguró que los grupos que considera conservadores y los opositores a su administración “están moralmente derrotados”. ¿Cómo es posible que afirme que estén derrotados cuando la corrupción continúan más viva que nunca? La corrupción real es de los empleados de Gobierno en todos sus niveles, pues a ellos les pagamos para que gobiernen bien y apliquen la ley y se evite la corrupción; en cambio, ellos son los primeros en pedir mochada. Sobran ejemplos en que los propios funcionarios de Morena han puesto el mal ejemplo a sus colaboradores. Todos los días leemos o escuchamos reclamos pidiendo se haga justicia para enjuiciar a tantos funcionarios corruptos que han saqueado los estados que gobiernan o han gobernado, que dejan a su Estado en bancarrota con deudas millonarias, y no pasa nada. ¿Hasta cuándo podremos ver que se haga justicia y que regresen lo que se han robado? Necesitamos un plan nacional legislativo para amarrarle las manos, pues el verdadero problema de nuestro País es el robo desmedido y diario de los políticos en el poder.