Editorial
La renuncia de Carlos Urzua a la Secretaría de Hacienda ojala no desate una serie de eventos desafortunados el próximo año. Esperemos que en el 2020 el paquete fiscal no sufra recortes en materia de educación como este año se observara con las becas del CONACYT, porque al final de cuentas es lo más caro a mediano y largo plazos. Es como si unos padres que pasan por una situación económica difícil decidieran que la mejor manera de recortar gastos y llegar a fin de mes es recortar el presupuesto en alimentación de sus hijos, de esta manera reducen gastos drásticamente, pero también hipotecan el futuro de sus niños. Esto mismo es lo que están haciendo nuestros políticos con los recortes a la ciencia e investigación. Sí, el gasto en educación es elevado, pero recortar de aquí es la mayor garantía para sufrir antes que los demás futuras crisis económicas y enfrentarse a ellas en peores condiciones que otros países, tardando más en salir de ella. Por desgracia nuestros políticos no están a la altura, y no se dan cuenta de cuáles son los pilares de una sociedad de progreso que nos proteja de futuras crisis.