Editorial
Resulta lamentable leer que a pesar del cambio de gobierno y que Morena presida el Congreso de la Unión, solo el 15 por ciento de nuestros flamantes diputados federales tienen la suficiente ética profesional y un verdadero compromiso con los ciudadanos. Esta situación sólo nos lleva a confirmar que la Cámara de Diputados es una burla para la ciudadanía, con sus constantes inasistencias y sus largas siestas en plena sesión. Pero qué tal de puntuales son para cobrar sus quincenas. Eso es no tener vergüenza. Todavía más pena da ver cómo los partidos se lamentan por la imagen que daña este tipo de servidores públicos, cuando lo que dañan realmente es a México, que requiere gente responsable y comprometida con su trabajo y un País mejor. Los partidos deberían elegir mejor a quienes pueden calificar como servidores públicos y dejarse de rebatingas absurdas por el solo placer de obtener beneficios propios.