Editorial
Estados Unidos es un país donde la pólvora se respira a diario. La cultura armamentista se ve en la mayoría de sus sectores: en el cine, las películas de acción recargan su mensaje sobre el nacionalismo a través de personajes que son soldados o agentes secretos y con armas largas asesinan a rusos, japoneses o musulmanes; en los videojuegos el tema avanza de la misma manera, pues las temáticas versan sobre lo mismo. El país liderado por Donald Trump permite la compra de armas con mínimas restricciones. Cuando se conjuga una cultura como ésta y una ley blanda para controlar la adquisición de armas, es fácil que se den los fenómenos de las matanzas en este país, que se han convertido en cosa cotidiana. Una investigación realizada por un diario estadounidense demuestra que este ha sido el año más violento en la historia de los norteamericanos. Sin duda, uno de los problemas más nocivos para Estados Unidos es su cultura.
