Editorial
En México necesitamos un organismo, no político que no se entregue al “amigo” o cercano del presidente, cuyo trabajo sea la autorización o negativa del gasto gubernamental. Éste y los anteriores Gobiernos mexicanos, no gastan: despilfarran. Son millones y millones de pesos que en todos los gobiernos, federal, estatal y municipal, se despilfarran. Hospitales que no se terminan, carreteras sin terminar, carreteras con todo tipo de errores de construcción, edificios no necesarios, inversiones no productivas, autorizaciones de gastos no productivos, robos y mil cosas más. En México tenemos a más de 50 millones de personas pasando hambre, por un lado, y por otro, se botan o despilfarran millones de pesos necesarios para la ayuda de esos 50 millones de personas. ¿Hasta cuándo el Gobierno va a seguir ejerciendo el compadrazgo, la política absurda y denigrante ante el mundo premiando a políticos corruptos, incompetentes, que han utilizado su puesto para saquear nuestro País, que han estado coludidos con delincuentes y un sinfín de negocios turbios?