Editorial
La deforestación es una de las causas por las que las fuentes de agua se secan en el país y los incendios son una de las formas de deforestar. En 1950 la cobertura forestal era de seis millones 973 mil 924 hectáreas, cifra que el 2010 se redujo a tres millones 722 mil 595, según datos de la Estrategia Nacional para el Abordaje de la Deforestación y Degradación de los Bosques en Guatemala (ENDDBG). La relación entre el bosque y el agua es importante, pues los árboles ayudan a que el líquido se absorba más fácilmente en la tierra para recargar las fuentes subterráneas. Cuando cortamos el bosque y llueve, esa agua corre por la superficie y no se infiltra, por lo que la cobertura forestal ayuda a la infiltración del líquido, y cuando esta disminuye causa erosión del suelo y pérdida de nutrientes. El que no se prevenga esta situación, es lo que ha provocado que ríos como el de los municipios de Atoyac de Álvarez y Tecpan de Galeana, que en otros tiempos eran muy caudalosos, ahora se sequen completamente en los meses de abril o mayo. Esperemos una respuesta inmediata por parta de las autoridades ambientales, para que frenen la tala inmoderada de árboles en la Sierra antes de que perdamos nuestros ríos.