Editorial
Abusos de la clase política, inseguridad, corrupción, toma de calles, carreteras y edificios públicos, impunidad de autoridades judiciales contra organizaciones sociales por miedo a que se incendie más México, intereses políticos sobre el interés del país. En fin. Las preguntas son ¿cómo pueden disminuirse, más no evitarse estos fenómenos? ¿Cómo revertir estos fenómenos para que haya mayor gobernabilidad? Las acciones y las respuestas son muchas, pero tienen una causa común: la falta de valores entre nuestros políticos y buena parte de la sociedad. Es urgente que el Gobierno federal cambie de fondo su estrategia. Porque por la indolencia de sus funcionarios de no querer actuar contra los manifestantes por abanderar ideales de izquierda o por miedo a las consecuencias electorales del próximo año, están acabando con la nación. Las autoridades no entienden que de seguir así antes de que finalice el sexenio no va a quedar Estado qué gobernar.
